jueves, 22 de noviembre de 2012

Te amaré (un voto de boda con el que he soñado)

Nos pertenecemos uno a otro desde antes de que el mundo fuera mundo.
Por eso, el camino contigo, es un renglón del libro de mi destino.

Te amaré como a mi misma. Con pasión, a fuego lento.
Seré la madre de tus hijos. Contigo crear nueva vida será la tarea más hermosa.
Seré para siempre tu esposa, la compañera que durante tanto tiempo anhelaste.
Construiré junto a ti mi hogar, juntando mis manos con tus manos.
Allí, entre tus dedos,  hay tanto calor y tanta amistad siempre.
Prometo no traicionar nunca ese vínculo que, en virtud del amor, nos une. 
Prometo respetarte,  cuidarte, quererte, escucharte, intentar comprenderte, aunque a veces no te entienda.
Prometo también entregarme en cuerpo y alma; luchar porque el fuego de nuestro hogar jamás se apague, porque no falten en mi mesa ni el alimento ni la compañía de los buenos amigos.
Prometo enfrentarme a las adversidades con fortaleza de acero y suavidad de caricia. Sé que junto a ti será más fácil.

Eres el trocito más querido de ese romántico empedernido al que llaman corazón. Hoy y ante todos los que nos quieren prometo ser tu fiel esposa, desde hoy y por los días que me quedan por vivir.

Te quiero.





domingo, 18 de noviembre de 2012

Perder los nervios en los discursos de padrino



Cada vez está más de moda que el padrino lea un discurso a los novios durante el banquete.
Es una moda importada de los Estados Unidos; allí cuenta con una larga tradición. Todos hemos visto películas en las que un invitado, normalmente quien hace de padrino, dirige unas palabras a los novios en el brindis.

Si estáis pensando en hacer uno, os recomiendo unos sencillísimos pasos que os ayudarán a escribirlo:

1. Sed breves y concisos. Con pocas palabras se puede expresar lo mismo que con varios folios.

2. Haced referencia a los dos contrayentes, aunque tengáis más confianza o amistad con uno de ellos.

3. Contad alguna anécdota de situaciones que hayáis vivido juntos.

4. Formulad un deseo al final del discurso dirigido a la felicidad de los novios.



Antes de leer el discurso, es conveniente hacer unos cuantos ejercicios de relajación y respiración.

No tengáis absolutamente ningún miedo escénico. Todos los presentes se sentirán encantados de escucharos y complacidos de vuestras palabras;

Dirigid vuestra atención a los novios, pero en algún momento de la lectura, deberéis también dirigiros al resto de invitados; ese será un buen momento para introducir alguna nota de humor. No olvidéis proponer un brindis por los novios al finalizar vuestra intervención.

Estoy segura de que con estas recomendaciones podréis superar esta ardua prueba, que es al tiempo una bella manera de mostrar el cariño y la amistad que sentís hacia los novios.

Mucha suerte.

Lola.